Foto:El diputat de Compromís i president del Bloc, Josep Maria Pañella
Font: diarioinformacion.com
P. ROSTOLL El Consell, de acuerdo a sus últimas operaciones para modificar sus presupuestos, demuestra tener dinero para pagar facturas atrasadas, nada menos que de hace cuatro años, de la visita del Papa a Valencia; para inyectar 3,7 millones en la enseñanza de bachilleratos concertados; y para, en tiempos de crisis, poner sobre la mesa otros 2,5 millones para el pozo sin fondo en el que se ha convertido el Circuito de Velocidad de Cheste, dedicado en exclusiva a las motos. Pero, por contra, esas mismas decisiones de la Generalitat demuestran que los fondos dedicados a la lucha contra incendios se recortan, que las ayudas para la ordenación del sector pesquero casi se suprimen y que las subvenciones a los centros de enseñanza musical -gran icono de la cultura valenciana- se recortan más de la mitad, según se desprende del reparto de dinero que se ha hecho público este mes.
Para seguir atendiendo los gastos del viaje de Benedicto XVI a Valencia en 2006, de hecho, no sólo se recurrió a fondos de la partida de “Emergencias, Protección Civil y Extinción de Incendios” -que incluye los fondos a transferir para el funcionamiento de los Consorcios Provinciales de Bomberos- sino que, además, en el mismo paquete, la Generalitat también echó mano de una partida dedicada a ayudas para la ordenación de la producción pesquera -que quedó con apenas 354.000 euros disponibles- y a otras cantidades que iban dirigidas a la modernización de dependencias de la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las que se detrayeron nada menos que cinco millones de euros. El diputado de Compromís y presidente del Bloc, Josep Maria Pañella, calificó de “vergonzosa” la situación y la atribuyó al “caos y el desastre de una Generalitat endeudada por una gestión nefasta”.
Los recortes presupuestarios en las partidas de extinción de incendios y en las asignaciones de la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación provocaron las iras, por un lado, de los bomberos y de la oposición en la Diputación. Los socialistas denunciaron que, en medio de la caótica situación del Consorcio, el presidente José Joaquín Ripoll ha dado el visto bueno a la contratación de una nueva asesora, la periodista Vea Reig, con un sueldo de 64.600 euros, tal y como consta en la edición del Boletín Oficial de la Provincia de hace dos días. Pero, por otro, también encresparon los ánimos de los agricultores. “Es absurdo -apuntaron desde la Unió de Llauradors- que exista crédito en las cuentas de la conselleria que dirige Maritina Hernández y que se opte por pagar deudas de la visita del Papa o de la Federación de Municipios y Provincias antes que abonar lo que debe a los agricultores y ganaderos”.
Mientras el secretario general del PP, Antonio Clemente, salió a la palestra para defender que las cuentas de la Generalitat son “claras y transparentes”, los músicos de la Comunidad se encontraron ayer con un nuevo tijeretazo. En las últimas semanas, como se recordará, el conseller Serafín Castellano se ha tenido que emplear a fondo para tratar de calmar los ánimos de las bandas de música, a las que se les ha rebajado notablemente la subvención. Compromís -el grupo que comparten en las Cortes los diputados del Bloc e Iniciativa- ya mostró su incredulidad ante las promesas del Consell. El reparto de las ayudas para los centros de enseñanza musical pone de nuevo en evidencia la gestión del PP.
La fondos se reducen en un 54%, más de 3,1 millones de euros en toda la Comundiad, con un total de 16 poblaciones de la provincia afectadas. Se recortan sustancialmente las ayudas para los conservatorios de grado elemental de Banyeres, Benimeli, Mutxamel, Pedreguer y Teulada. Algo que también ocurre en el caso de los conservatorios profesionales de Alcoy, Altea, Almoradí, Benidorm, Novelda, Orihuela, Pilar de la Horadada, San Vicente del Raspeig, Torrevieja, Villena y Xàbia.